¿Cómo aprendemos
Tantra?

En el Tantra, el aprendizaje se produce a través de la experiencia, no simplemente a través del conocimiento. Estas experiencias están profundamente incorporadas, y el cuerpo sirve como medio principal de exploración.
El Tantra enfatiza la alegría del descubrimiento, a menudo trabajando con el placer como herramienta de aprendizaje. A diferencia de otros caminos que enseñan a través del sufrimiento, el Tantra fomenta el crecimiento a través del disfrute y el deleite. En lugar de proporcionar respuestas directas, el Tantra te guía a lo largo del camino para que descubras las respuestas por ti mism@ a través de tus propias experiencias.
Para las personas que practican Tantra, el cuerpo es sagrado: un templo que merece honor y reverencia. Cada ser humano, y cada cuerpo, es perfecto en sus imperfecciones. Todo ser humano merece ser amado y es capaz de dar amor. En el Tantra, el amor no está reservado para lo impecable; más bien, cada individuo es digno de amor y es capaz de darlo.
«Para las personas que practican Tantra, el cuerpo es sagrado: un templo que merece honor y reverencia.»
Así como nuestros cuerpos son sagrados, el amor compartido entre dos personas también se considera sagrado. La expresión física del amor entre dos personas es hacer el amor. Cuando hacer el amor está anclado en el corazón, es un acto sagrado en la tradición del Tantra.
En el Tantra, también nos conectamos y aprendemos trabajando con los elementos de la naturaleza. Cada elemento posee cualidades únicas que facilitan aspectos específicos de nuestra experiencia. El elemento tierra facilita la conexión a tierra y la presencia, el elemento fuego eleva la energía para facilitar la transformación, el elemento agua facilita los sentimientos y el elemento aire fomenta la observación.
La vida moderna a menudo nos desconecta de estos elementos naturales. Muchos de nosotr@s vivimos predominantemente en nuestras cabezas o estamos abrumad@s por nuestras emociones, perdiendo el contacto con la energía de la naturaleza que nos conecta a tierra y nos equilibra. El Tantra busca restaurar este equilibrio a través de prácticas y rituales que nos reconectan con estos elementos esenciales.
Al incorporar la sabiduría del corazón, la sacralidad del cuerpo y la energía de conexión a tierra de los elementos, el Tantra se convierte en una poderosa práctica de conexión, una que nos acerca a nosotr@s mism@s, a los demás y al mundo que nos rodea.






























